Albóndigas de pollo y atún

Esta receta hace tiempo que me la dio mi amiga Paloma, como echo de menos aquellas reuniones de risas continuas en las que hablábamos de todo y acababamos hasta intercambiando recetas. La verdad que cuando me habló de ella me chocó bastante la combinación del pollo con el atún, pero me animé a hacerla y es un plato que forma parte de mis menús habitualmente. Puedes hacer dos versiones o bien unos rollitos que luego partirás en rodajas o albóndigas como es el caso de hoy.

Vas a ver que con tan solo 4 filetes de pollo y una lata de atún o bonito, da igual, te salen un montón de albóndigas, en concreto a mí me salieron 22, claro que las hice muy pequeñas que es como nos gustan, pero siempre puedes duplicar los ingredientes y ya que te pones haces para dos veces congelando la mitad de ellas.

Bueno, pues allá voy, prepara todo que empiezo……

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INGREDIENTES 

Para las albóndigas

4 filetes de pechuga de pollo picados

1 lata de bonito o atún en en aceite ( utilizó la de Albo de 112 g )

1/2 cebolla

1 diente de ajo

Unas hojitas de perejil

2 rebanadas de pan sin corteza mojadas en leche

Pimienta negra recién molida ( opcional )

1 huevo batido

2 lonchas finas de jamón serrano picadas en trocitos

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Para la salsa

1 cebolla grande

1 pimiento verde italiano mediano

1-2 dientes de ajo

1 tomate mediano triturado

Vino blanco

Sal

Aceite de oliva virgen extra

Caldo casero

PREPARACION

De las albóndigas 

  1. Calienta un poco de leche en el microondas y vierte sobre la miga de pan previamente desmenuzada.Reserva.
  2. Pica la cebolla, el ajo y el perejil con la picadora y rehoga en un poco de aceite hasta que esté tierno.
  3. Sazona de sal y pica las pechugas con una picadora o robot de cocina.
  4. Colóca el pollo picado en un bol grande.
  5. Cuela el bonito o atún par eliminar el aceite y  aplasta bien con un tenedor para desmigarlo, añádelo al bol.
  6. Una vez hecha la cebolla, la cuelas para quitar el aceite y la pones en el bol.
  7. Cuela la miga de pan, aplasta con un tenedor e incorpora al bol.
  8. Bate el huevo y  añádelo también al bol.
  9. Si te gusta un toque picante puedes incorporar un poco de pimienta recién molida. Rectifica de sal.
  10. Fríe el jamón cortado en trocitos y añádelo a la mezcla si nada de aceite. Revuelve todo bien, puedes utilizar guantes desechables para amasar bien la mezcla.
  11. Divide la masa en bolitas del tamaño que más te gusten, procurando que queden más o menos iguales.
  12. En un vaso pon un poco de harina y deposita en él una bola, con una mano sujetas el vaso y con la otra lo tapas, agitas  hasta formar la albóndiga y así con todas. Revuelve la harina del vaso antes de meter la siguiente bola, para que quede suelta.
  13. Las colocas en un plato.
  14. En una sartén con abundante aceite las vas friendo por tandas, despacio para que el aceite no se queme, que lo necesitamos para la salsa, primero por un lado …
  15. Y luego por el otro.
  16. Y las reservas, que ahora hay que hacer la salsa.

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De la salsa 

  1. Cuela el aceite de freír las albóndigas, si está muy quemado utiliza uno nuevo y rehoga la cebolla, el pimiento y los ajos picados hasta que esté todo tierno.
  2. Tritura el tomate y añádelo al sofrito. Añade un poco de sal y una pizca de azúcar.
  3. Cuando este hecho añade un chorrito de vino blanco y deja que se evapore unos minutos.
  4. Coloca las albóndigas entre la salsa y cubre con el caldo casero y deja cocer unos 30-40 minutos, todo depende del tamaño de las albóndigas. Tienes que pinchar una para comprobar.
  5. Deja reposar las albóndigas, las suelo hacer de un día para otro, están mucho más ricas. También pasó la salsa por el pasapurés, ya sabes en cada casa siempre hay algún comensal al que no le gusta encontrar la cebolla.

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Igual de la que lo lees te parece un lío, pero no es así, lo que pasa que intentó detallar cada paso y que cada número se corresponda con la foto.

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CONSEJOS

  1. Si la masa de las albóndigas te queda demasiado blanda, que no cunda el pánico, puede ser porque no colaste bien la miga de pan o porque el huevo era demasiado grande. La solución es la siguiente, añade una cucharada de pan rallado, revuelve de nuevo y si fuera necesario añades otro poco. La masa tiene que quedar blanda, pero manejable.
  2. Procura freír las albóndigas despacio, para que no se queme el aceite.

Espero  que disfrutes de este delicioso plato.

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